Hoy vamos a hablar de una técnica de manipulación quizás poco conocida en Occidente: los títeres acuáticos. Muñecos y dragones, guerreros a caballo y damas en busca de su amado que, flotando en el agua, hacen las delicias de los asistentes. Una tradición titereil propia del más lejano Oriente.
Sin duda alguna la cuna de estos títeres se sitúa en Vietnam. En este lugar los llaman "Mua Roi Muoc" (títeres que danzan en el agua). Allí nacieron los muñecos acuáticos como una representación teatral de la vida de los habitantes de sus tierras, con fábulas sobre dragones, guerreros y príncipes que luchan por el honor a su tierra y a sus costumbres. Para la representación solo se necesitaba una estructura al uso fabricada con ladrillos o con bambú en medio de un estanque o lago poco profundo, de la cual descendía una lona, toldo o rejilla (a modo de celosía) hasta la superficie del agua.
A la hora de la representación llegaban los habitantes de la aldea, quienes tomaban asiento a las orillas de este peculiar anfiteatro. Y debajo de la tejabana de la estructura, con el agua hasta la cintura y separados por la pequeña rejilla, los actores manipuladores, que, gracias a unos mecanismos especiales (cuerdas, palancas, cables) que tienen los muñecos de madera, ayudados por guías sumergidas debajo del agua que sirven de soporte a los muñecos, daban vida a sus personajes. Así, los guerreros podían viajar por agua de uno a otro lugar, o los dragones de Oriente salían del agua echando llamaradas de fuego y bocanadas de agua por la boca.
Hoy la técnica ha mejorado mucho. La orilla del lago ha venido sustituida por grandes teatro contruidos por la mano del hombre, mejorando el espectáculo con música étnica oriental en directo y efectos de iluminación logradísimos. La magia de los muñecos que flotan en el agua, es afascinante.
A la hora de la representación llegaban los habitantes de la aldea, quienes tomaban asiento a las orillas de este peculiar anfiteatro. Y debajo de la tejabana de la estructura, con el agua hasta la cintura y separados por la pequeña rejilla, los actores manipuladores, que, gracias a unos mecanismos especiales (cuerdas, palancas, cables) que tienen los muñecos de madera, ayudados por guías sumergidas debajo del agua que sirven de soporte a los muñecos, daban vida a sus personajes. Así, los guerreros podían viajar por agua de uno a otro lugar, o los dragones de Oriente salían del agua echando llamaradas de fuego y bocanadas de agua por la boca.
Hoy la técnica ha mejorado mucho. La orilla del lago ha venido sustituida por grandes teatro contruidos por la mano del hombre, mejorando el espectáculo con música étnica oriental en directo y efectos de iluminación logradísimos. La magia de los muñecos que flotan en el agua, es afascinante.
No podemos ir a la China para verlo??? Yo si que voy. Iujuuuuu
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