domingo, 27 de noviembre de 2011

Nuestros títeres, ahora también en los libros

Portada del libro
El XXX Festival Internacional de Títeres de Bilbao es protagonista hoy de la presentación oficial de un libro sobre el mundo del teatro de títeres en el que los personajes de nuestra compañía "El Papamoscas" son protagonistas. 

La Asociación Cultural "La Tarasca", de Burgos, ha editado el libro "La Materia que late. Las marionetas que vivieron en Los Gigantillos", en el que diferentes exponentes de la cultura teatral y titeril de nuestro país dan debida cuenta del importante valor cultural del teatro de muñecos. El libro, que forma parte de una colección más amplia llamada Miscelánea Teatral, cuenta con decenas de fotografías de nuestros muñecos, que salieron hace más de cincuenta años de las manos artísticas de su creador, José Luis Karraskedo, y que hoy forman parte del Teatro de Títeres "El Papamoscas" tras la desaparición de Los Gigantillos, la compañía fundada por el artista burgalés. 

El libro, en palabras de su coordinador, Juan Luis Sáez no tiene la intención de "denunciar ningún agravio, ni construir la historia de Los Gigantillos, sino simplemente dar a conocer un patrimonio que forma parte del imaginario de la ciudad y que quede un documento para que no se olvide". Con las fotografías de Luis Mena, la maquetación de Alberto Labarga y los artículos de diferentes titiriteros, entre los que se encuentra también nuestro director, Álvaro Tajadura, La Tarasca saca a la luz un interesante documento ilustrado sobre el mundo de los títeres que esperemos sea de gran ayuda para los estudiosos de la materia. 

El libro, que será también presentado en Burgos en el mes de diciembre en fecha todavía por concretar, podrá adquirirse en las librerías al precio de 15 euros. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

El títere de varilla

Esta muñeca polaca de nuestro museo
es un ejemplo de títere de varillas
Hoy damos un paso más en nuestro estudio sobre las técnicas de manipulación titeril. Y lo hacemos conociendo a quien es considerado como el puente entre el títere de guante y de hilo: el títere de varilla

El origen de este muñeco articulado parece remontarse al siglo XI, siendo una especie de herencia occidental del wayang de Indonesia y que conquistó con fuerza el viejo continente a partir del siglo XX, sobre todo gracias a la influencia del gran titiritero austriaco Richard Tescher

Al igual que el de guante, se maneja desde abajo, introduciendo la mano dentro del muñeco. Pero los brazos se manejan a través de sendas varillas metálicas que, partiendo de las muñecas del títere van a parar a la mano libre del actor-manipulador. La cabeza, con movimiento libre, se coloca sobre un eje central de madera que, junto con los hombros, forma una especie de gran "t". 

La manipulación de este títere es un tanto compleja y requiere gran habilidad por parte del actor. Pero los resultados son muy expresivos. Tal ha sido su fuerza que su influjo se combinará con otras técnicas de manipulación. Pero eso es otro punto que veremos más adelante.

domingo, 13 de noviembre de 2011

El títere de hilo

Compuesto de cabeza, tronco y extremidades articuladas, el títere de hilo es sin duda alguna el títere más popular después del de guante. Se manipula desde arriba mediante hilos que salen desde las distintas articulaciones del muñeco y que se "conectan" con las manos del titiritero. 

Se cree que este tipo de técnica nació entrado el siglo XVIII, como evolución de aquel muñeco de eje superior que era movido por el actor a través de una varilla sujeta a la cabeza (algo así como los populares "pupi" sicilianos). 

Este tipo de muñecos se fabrican generalmente de madera y su cuerpo viene cubierto por un vestido de tela que oculte las articulaciones del mismo, que generalmente se sitúan en los hombros, la parte inferior del tronco, las rodillas, los tobillos, los codos y las muñecas. Aunque éstas pueden variar. De cada una de las articulaciones salen los hilos que van a parar a una pieza llamada cruzcruceta o mando. La longitud de los hilos puede variar, permitiendo al actor-manipulador -si son cortos- estar a la altura del mismo, quien lo maneja frente a sus piernas a la altura del público; o bien ser más largos y permitir al actor ocultarse sobre andamios ocultos tras el escenario.

Tampoco hay nada escrito sobre el número de hilos. Éstos están sujetos al arbitrio del actor y a las exigencias del papel que deba cumplir el muñeco. En algunos casos, su número es muy elevado -como en el ejemplo de la fotografía- que crean en el muñeco un realismo expresivo único; si bien su manipulación se hace ardua y difícil.

Todos los profesionales del mundo del teatro de muñecos afirman que, la de hilos, es la técnica de manipulación más difícil de interpretar. No solo porque el títere no está integrado en el actor, sino también por su peso y la cantidad de puntos de movimiento que posee el muñeco para simular un movimiento realista.

domingo, 6 de noviembre de 2011

El rey de los títeres

Como os anunciábamos la semana pasada, estrenamos una nueva sección dentro de nuestro blog sobre las diversas técnicas de manipulación. Hoy lo abrimos con la primera de ellas. Lo hacemos de la mano del que es considerado por muchos el títere por excelencia y el prototipo del teatro de muñecos, a pesar de sus carencias de movilidad y expresividad. Nos estamos refiriendo al títere de guante

Gigantín es nuestro
títere de guante más famoso
El origen de esta técnica de manipulación se ha situado hacia los albores del siglo XIV. Sin embargo, recientes estudios, como el que plantea Freddy Artiles, lo sitúan incluso cinco siglos antes de la conquista de América por los españoles. En Guatemala han encontrado una piedra de origen maya -cuya antigüedad datan en más de mil años- en la que se muestra un oficiante que sostiene, "sin lugar a dudas, un títere de guante". Hecho que puede poner en duda la historia del nacimiento del títere de guante en Europa en la Edad Media, tal como hemos relatado en nuestro blog.

Aunque su movilidad es muy reducida, sin embargo, un buen actor-manipulador puede sacar de él su infinita expresividad potencial. Se compone de una cabeza resistente -realizada en los más diversos materiales- y de un cuerpo hecho casi siempre con tela, formando un todo en el que el titiritero mete la mano como un guante. De ahí su nombre. Es el tipo de muñeco más integrado con su manipulador, quien lo maneja desde abajo.

En cuanto al modo de colocar los dedos, no existen reglas fijas. Puede moverse la cabeza con el dedo índice y los brazos con el pulgar y el medio; o incluso con el pulgar y el meñique. Otros prefieren insertar en la cabeza el índice y el corazón y mover los brazos con el pulgar en uno y el anular y meñique en otro.

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