
Old Vice se esmeraba en sus representaciones teatrales sobre el vicio. En estos intentos, es cuando nació el famoso Punch, de nariz ganchuda y de joroba abultada. Siempre viste un traje de rayas y un sombrero con forma de cono sobre la cabeza. Y siempre le acompañan su inseparable mujer Juddy -a pesar de sus muchas infidelidades- y su perro Tobby.
Con este personaje, Old Vice diventó pronto en uno de los más reconocidos titiriteros de Inglaterra: sus teatros se llenaban de público y el precio de las entradas creció considerablemente. Aunque al principio nació con un carácter alegre y jovial, con el paso del tiempo se fue convirtiendo en un cínico cruel de siete suelas, violento y sanguinario, tal como narra Ernest Maidron en su libro "Las locuras del señor Punch": "es un vil tunante, sin fe y con muchas muertes encima... No era hermoso, pues tenía una nariz de elefante y sobre su espalda se elevaba un enorme cono... Era cruel como un turco y, como tal, no podía contentarse con una sola mujer..."

Como vemos, Punch era todo un ejemplo de moralidad. A su mujer, Juddy, no hacía nada más que engañarla con otras mujeres, hecho que siempre les empujaba a acabar peleándose y resolver los conflictos a palos.
Punch es el más popular de los títeres ingleses. Aún hoy sigue vivo sobre los escenarios de títeres, si bien hoy ha moderado un poco su conducta hacia representaciones más educativas. Sin duda, un tipo curioso nuestro amigo Punch.
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