En Indonsesia, el teatro de títeres también tiene su importancia y su tradición. Particularmente famosos son los muñecos de las islas de Bali y Java. Allí el Wayang es la técnica de manipulación por excelencia. Un estilo de manipulación del que se sirven los indonesianos para contar viejas historias sobre sus dioses y héroes de la mejor tradición épico-religiosa, como Rama o Arjuna.
Con este nombre general se engloban a su vez varias formas de teatro de muñecos. Así, el llamado wayang golek conjuga el teatro de actores con el de títeres tridimensionales, mientras el wayang kulit es un particular teatro de títeres de sombra, posiblemente pariente del Karagöz que ya conocemos.

Es capital el protagonismo del dalang, el actor-manipulador, pues él es el encargado de realizar las voces de todos los personajes. Al dalang, a menudo, le acompaña una tradicional orquesta llamada gamelán. A la representación, que puede alargarse durante toda una noche, el público se puede incorporar en cualquier momento, pues la trama argumental es abierta. En cuanto a la técnica de manipulación, es muy similar a la del Garagöz turco: el títere plano detrás de una pantalla por la que atraviesa un haz de luz se maneja mediante varillas perpendiculares a la sábana.
